Rabinovich: “No hay diferencias entre publicar un buen paper, hacer buena ciencia y hacer una empresa”
Rabinovich: “No hay diferencias entre publicar un buen paper, hacer buena ciencia y hacer una empresa”
En su visita a Córdoba, el reconocido investigador egresado de la UNC conversó con investigadores emprendedores en una actividad organizada por la Secretaría de Innovación y Vinculación Tecnológica y la Secretaría de Ciencia y Tecnología de esta universidad, junto con el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Córdoba. (15.11.23)
De visita a la Universidad Nacional de Córdoba, Gabriel Rabinovich, reconocido investigador experto en inmunología conversó con científicos emprendedores de esta universidad y otros representantes del ecosistema emprendedor de Córdoba. La actividad estuvo organizada por las Secretaría de Innovación y Vinculación Tecnológica y la Secretaría de Ciencia y Tecnología de esta universidad, junto con el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Córdoba.
Rabinovich egresó de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC. Actualmente es investigador superior del Conicet y profesor en la Universidad de Buenos Aires. Desde hace 30 años estudia la galectina-1, una proteína que tiene un rol clave en el desarrollo de tumores y en enfermedades autoinmunes. A partir de todo ese conocimiento en ciencia básica, Rabinovich y otros científicos fundaron Galtec, una empresa biotecnológica cuyo objetivo es desarrollar terapias innovadoras contra estas patologías.
El investigador fue recientemente galardonado con el Konex de Brillante como el científico más destacado de la década junto con otra cordobesa, Sandra Díaz.
Dar el salto de la ciencia básica
En la charla compartió su experiencia de dar el salto de la ciencia básica a la creación de una empresa. También estuvieron presentes otros integrantes de Galtec, que hablaron sobre protección intelectual, modelo de negocios e inversiones.
“Lo primero que pensé cuando realicé los primeros descubrimientos es que esto podía tener alguna implicación terapéutica, pero no eran épocas donde uno pensaba en hacer una empresa ni en transferir. Había una visión muy aristocrática de la ciencia; muy elitista, donde se tenía que producir conocimiento para publicar y la ciencia aplicada se miraba desde otro lugar”, contó Rabinovich.
Y agregó: “Después la ciencia aplicada se empezó a ver como prioridad y ahora creo que estamos llegando a un equilibrio donde no hay una interfase entre ciencia básica y aplicada”.
El investigador también remarcó: “No hay diferencias entre publicar un buen paper, hacer buena ciencia y hacer una empresa. De hecho, las empresas son más sólidas si hay buena ciencia y buenas patentes, y a los inversionistas les interesa mucho las empresas con buena ciencia”.
A pesar de ciertos prejuicios al inicio, Rabinovich aseguró que lo que le “cambió la cabeza” para encarar la tarea de crear una empresa fue hablar con científicos que habían hecho experiencias de ese tipo en Estados Unidos y Europa.
Finalmente, rescató el apoyo que recibió de las autoridades del sistema científico argentino y destacó a cada uno de los integrantes de la empresa, como así también la importancia del trabajo interdisciplinario. “Fue difícil el camino. Estamos muy felices. Nunca sentí que iba a pasar esto”, reconoció.