Las mujeres se quedan con los mejores promedios en la UNC

Cuando este 18 de noviembre se entreguen los Premios Universidad 2022, se producirá un hecho excepcional en una década, ya que por primera vez en ese período serán tres varones quienes encabecen la tabla de mejores promedios en la UNC.

Pero eso no alcanzará para modificar la regla: desde 2012, si se tiene en cuenta el “podio” de los tres mejores promedios por año en toda la UNC, 58,1% fueron para mujeres y 41,9%, para varones.

Es decir que casi seis mujeres cada 10 personas galardonadas (18 de 31) se quedaron con esos premios, lo que confirma en cifras lo que se percibe y que viene sucediendo en los últimos años en las distintas facultades.

El año pasado, la ganadora de la promoción 2020 fue María Piotto, de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Actualmente se encuentra realizando el doctorado en Ciencias Biológicas de la UNC con una beca otorgada por Conicet. Forma parte del laboratorio de Ecosistemas Marinos y Polares (Ecomares) del Instituto de Diversidad y Ecología Animal (Idea, Conicet-UNC). En esta instancia estudia la respuesta de comunidades bentónicas antárticas al cambio climático.

Acerca del hecho de que la mayoría de los mejores promedios sean de estudiantes mujeres, afirma: “Es un dato que debería generarnos orgullo e inspirarnos para seguir avanzando hacia una Universidad inclusiva. Es importante recordar que seguimos viviendo en un presente en el que la sociedad aún considera que puede esperar cierto formato de vida de nosotras, y en un contexto en el que nuestras oportunidades son menores y siguen existiendo techos de cristal. Que estos números nos destaquen habla de lo que hemos avanzado, pero también debería llevarnos a mirar los números chicos para seguir cambiando como institución y como sociedad”.

Derecho, primera

Al revisar esa estadística aparece Derecho como la facultad con más estudiantes premiados, con 36%. Le sigue de cerca Famaf, con 29%, y luego Ciencias Químicas, con 13%. Luego las cifras se reparten entre otras cinco facultades.

El Premio Universidad se otorga todos los años a los graduados y graduadas con mejores promedios de cada promoción que terminaron su carrera en el tiempo estipulado de los planes de estudios, con una calificación final superior a 8.

Hay dos instancias: Mención de Honor y Mención Especial. Por lo general, son 30 egresados y egresadas que reciben la primera distinción y entre 20 y 30 que reciben la segunda.

Otra curiosidad en la última década: salvo en dos casos, los mejores promedios de cada promoción, desde 2012, pertenecen a estudiantes de Córdoba: 68% nació en la capital, y 28% en el interior provincial.

En relación al ranking histórico del período, los mejores promedios fueron para:

Los “10” de la década

Los amigos le dicen Adán. Se llama Eugenio Adán Voltarel y es uno de los estudiantes que obtuvo 10 de promedio en la última década. Lo hizo al recibirse de abogado, en 2018.

¿Cómo lo hizo? “No hay una clave, cada caso es distinto. El primer factor es el esfuerzo, la dedicación. Me gusta pensar en la palabra ‘disciplina’, en trabajar de manera incansable, siempre a un ritmo constante. Segundo, la confianza de los docentes (siempre tuve muy buenos). Por otro lado, hay un componente esencial que es el corazón. Sin corazón no se va a ningún lado. Mi papá, mi mamá y mis amigos me ayudaron con una motivación muy fuerte. Tuve un entorno emocional muy favorable, que siempre tiró para mi lado”, dice Eugenio.

Actualmente trabaja en el Poder Judicial de Córdoba, pero está de licencia en España, en donde hace un máster de Derecho Internacional, en la Universidad Complutense.

Desde ese país recordó su paso por la universidad pública y gratuita: “Pude estudiar gracias a toda la gente que me pagó con sus tributos la educación pública. Si hubiera estado en otra realidad, en otro país, quizá no llegaba a donde lo hice. La universidad pública y gratuita es un bastión clave que se debe proteger y profundizar si queremos tener alguna vez una sociedad mejor. Las universidades públicas son el ejemplo de que el país puede salir adelante, apostando a la educación, al trabajo, al esfuerzo, a que no todo da lo mismo”.

Desde Suecia

Luis Ferroni se recibió en 2018, también con promedio 10, en Famaf. “Para tener promedio 10 lo que más me ayudó fue tener un background fuerte en Matemáticas, dado que en el secundario participé en las Olimpíadas y eso se notó mucho mucho. No fue un salto al entrar a la UNC”, dice Luis desde Estocolmo, Suecia, en donde trabaja actualmente.

Luis, doctor en Matemática, está en el prestigioso Royal Institute of Technology (KTH). Cuenta que es “investigador a tiempo determinado. Hago investigación en Matemática en el área combinatoria”, y que su plan “es seguir en Europa”.

Actitudes

Franco Mussano trabaja como gerente de Políticas Públicas de MSD Argentina. Además, es Profesor Asistente de Economía del Comportamiento Aplicada a Políticas Públicas en la Maestría en Políticas Públicas de la Universidad Torcuato Di Tella y Profesor Asistente de Comportamiento Organizacional del EMBA de la Universidad de San Andrés.

Sobre cómo hizo para llegar a tener promedio de 10 en Derecho (2015), afirma: “Me es difícil hablar del ´cómo´ si por esto se entiende una suerte de receta o plan calculado. No creo que la haya tenido. Ahora bien, con el beneficio de la retrospectiva, sí siento que hay un par de actitudes que contribuyeron”.

Como primera, dice que fue “infundir propósito al estudio”: “Mi ´para qué´ es convertirme en una persona y profesional con capacidad de servir a la comunidad. Estoy convencido de que el conocimiento es una herramienta poderosa para transformar la realidad. Cuando llegaba la época de exámenes y aparecía el estrés, el aburrimiento o la ansiedad, recordar el para qué me ayudaba a atravesar esos momentos con más foco y alimentaba la disciplina”, cuenta.

“La segunda –dice-es abordar con curiosidad el estudio. Cuando estudio quiero comprender en profundidad una materia, encontrar conexiones entre los diferentes temas, descubrir puntos de contacto con la experiencia, cuestionar lo que leo y buscar posiciones disidentes a las de la bibliografía oficial”.

Señala que la tercera actitud “es aproximarse al estudio con respeto, responsabilidad y gratitud. Respeto mucho el rol del docente en la sociedad y me generan admiración los grandes maestros y maestras. Además, la Universidad Pública se sostiene con el esfuerzo de todos los argentinos. Esta no es una frase trillada: es un imperativo que obliga a estar a la altura de ese esfuerzo que hace toda la sociedad para los que tenemos el privilegio de formarnos en sus aulas”.

Por último, “aunque es lo primero –afirma-, la familia y los amigos. Es muy difícil perseguir la excelencia sin una red afectiva que te banque, te ayude a divertirte y pasarla bien. Agradezco siempre a todos los que me acompañaron esos años”.