Cómo crear tu startup en la UNC
Cómo crear tu startup en la UNC

DE LA INVESTIGACIÓN AL EMPRENDIMIENTO | Emprender con una tecnología o un proceso gestado y perfeccionado durante años de investigación enfrenta a los equipos científicos a un abanico de desafíos e interrogantes.
¿Cómo convierto los resultados de mis estudios en un proyecto de empresa viable?¿Cuáles son los pasos iniciales y cómo me vinculo con el ecosistema emprendedor? ¿A qué líneas de financiamiento puedo recurrir y qué debo registrar para proteger mi trabajo? Y cuando logre crear mi empresa basada en conocimiento (EBC), ¿cómo logro que crezca y escale?
Desde 2012, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) cuenta con un espacio creado para responder todas esas inquietudes y acompañar a los equipos en todo el proceso: desde la idea, hasta la conformación de la empresa de base científico-tecnológica. En 2022, esta área elevó su rango y se constituyó como la Secretaría de Innovación y Vinculación Tecnológica.
Su trabajo se inscribe en una línea que promueve la vinculación entre la UNC, el Estado y el sector socioproductivo. Este abordaje no sólo concibe a la universidad pública como un espacio de democratización del conocimiento, sino como un actor fundamental para el desarrollo regional y el progreso económico y social del país.
Este texto es un recorrido por todos los servicios que la Secretaría de Innovación y Vinculación Tecnológica pone a disposición de los grupos de investigación de la UNC que se animen a convertir su experiencia y conocimiento acumulado en productos o servicios innovadores.

Incubar, el primer paso
Incubar un proyecto consiste en proporcionarle el entorno propicio y los recursos necesarios para que se desarrolle y crezca hasta convertirse en una EBC viable.
El arco de iniciativas que pueden ser incubadas en la Secretaría de Innovación y Vinculación Tecnológica abarca desde ideas o proyectos hasta emprendimientos en marcha, siempre que hagan foco en productos, servicios o innovaciones basadas en ciencia y tecnología.
La tarea de los distintos equipos de trabajo de este espacio universitario apunta a brindar a los emprendedores herramientas para validar su idea, motorizar su propuesta y potenciar su idea de negocio.
Eso implica acompañarlos en la planificación, diseño y gestión de todos los aspectos: desde la definición de los objetivos, hasta la obtención de los fondos necesarios para la implementación de su proyecto. El objetivo es proveerles un asesoramiento personalizado, adaptado a sus necesidades específicas.
Dentro del abanico de opciones disponibles para los equipos emprendedores, también se cuentan instancias de formación, capacitación, demodays y hackatones. A ello se suman actividades de promoción y visibilización de las iniciativas incubadas.
La convocatoria de proyectos postulantes a ser incubados en la UNC permanece abierta todo el año. Los grupos interesados pueden acercarse en cualquier momento para iniciar el proceso, el único requisito es que los equipos emprendedores cuenten al menos con una científica o científico vinculado a la UNC.
Cada iniciativa es evaluada individualmente y los llamados están dirigidos tanto para quienes se acerquen por primera vez, como para emprendedores más avanzados.
Una vez seleccionados, los proyectos ingresan en la fase de pre-incubación. Durante ese período se trabaja en múltiples dimensiones:
A medida que los proyectos avanzan y demuestran su viabilidad, pasan a la fase de incubación. Desde ese momento pueden acceder a servicios especializados y reciben apoyo físico y logístico (laboratorios y oficinas) en las instalaciones de la Secretaría de Innovación y Vinculación Tecnológica.
Como ámbito propicio para el desarrollo de las EBC, también se encuentra la FIDE, la primera incubadora de empresas en Argentina. Se trata de un espacio gestionado conjuntamente por la Secretaría de Innovación y Vinculación de la UNC, la Municipalidad de Córdoba y la Facultad Regional Córdoba de la Universidad Tecnológica Nacional. Su misión prioriza apoyar emprendedores locales con proyectos en marcha de base tecnológica, diseño aplicado y energías renovables.

Vincularse para crecer
Un momento clave en el desarrollo de toda empresa de base científico-tecnológica es la vinculación con el sector socioproductivo. Esa conexión resulta fundamental porque permite aplicar y transferir toda la investigación y el conocimiento generado durante años a la resolución de problemas concretos, en respuesta a las demandas del medio.
La Secretaría de Innovación y Vinculación Tecnológica cuenta con un equipo dedicado a identificar, valorizar y transferir los conocimientos generados en el marco de los estudios desarrollados en la UNC.
Una de las primeras acciones que despliega ante cada nuevo proyecto que demanda su asistencia es evaluar su grado de innovación y generar un exhaustivo reporte de vigilancia tecnológica para determinar si existen opciones similares en el mercado. Se trata de un proceso sumamente flexible, que se adapta a las particularidades de cada proyecto.
La segunda instancia es la exploración del mercado con la finalidad de identificar posibles restricciones, como patentes, que puedan afectar la comercialización del producto o servicio propuesto.
Complementariamente, también se asesora a los equipos científicos en la formulación de proyectos y la gestión de financiamiento, siempre con el foco dirigido a proporcionar respuestas específicas y estrategias personalizadas para cada iniciativa.
Una de las principales herramientas generadas en este marco es la carta tecnológica de desarrollos de la UNC, un registro minucioso del abanico de soluciones disponibles para transferir a las empresas y entidades gubernamentales.
El área también produce análisis de inteligencia estratégica para tener un panorama preciso de las tendencias del mercado, el estado del arte en distintos campos y las potencialidades de transferencia al sector socioproductivo.
Este trabajo se complementa con Camp X, un espacio que opera como una red colaborativa en Campus Norte, la sede de la UNC ubicada en la localidad de Juárez Celman.
Camp X es el ámbito donde se materializa la articulación entre la comunidad científico-académica de la UNC, el sector privado, las entidades estatales y otras instituciones educativas.
Gestionado por la Secretaría de Innovación y Vinculación Tecnológica junto al Prorrectorado de Desarrollo Territorial de la UNC, se trata de un punto neurálgico ideado para promover la interrelación entre estos distintos actores.
Es el ámbito propicio para facilitar el diálogo activo entre las empresas, cámaras empresariales, clústers u otro tipo de instituciones de gestión privada o pública con vistas a potenciar la capacidad innovadora de la región e impulsar estrategias intersectoriales de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i).
Actualmente en Camp X funcionan seis nodos temáticos –Movilidad Sostenible, PYMEs, Economía Popular, Relaciones Internacionales, Cultura y Turismo–, creados por su relevancia social y su potencial innovador. Cada uno aborda las problemáticas y demandas específicas de su sector, a través de una dinámica que fomenta el diálogo y promueve la innovación tanto dentro como fuera de la universidad.
Cada nodo tiene su propia dinámica y opera de manera independiente, con proyectos que pueden durar desde uno a varios meses en función de su complejidad. En cada caso, la universidad aporta sus investigaciones y el conocimiento especializado. El sector privado contribuye con financiamiento y soluciones a través de agencias y cámaras, mientras que el sector público complementa con su visión estratégica.
Además de trabajar en la búsqueda conjunta de soluciones a demandas puntuales, los nodos también se ocupan del financiamiento, las implicancias de cada proyecto de acuerdo a la legislación vigente y los problemas sociales coyunturales.
Por otra parte, Camp X ofrece servicios de asesoramiento en financiamiento, propiedad intelectual y modelos de negocios para emprendimientos, así como instalaciones para trabajo colaborativo, eventos y reuniones.
Independientemente de los espacios específicos que se mencionan en los párrafos anteriores, la Secretaría de Innovación y Vinculación Tecnológica instrumenta un amplio abanico de eventos que buscan propiciar la interconexión entre integrantes del campo académico-científico, actores del medio socioproductivos y personas encargadas de tomar decisiones en las esferas empresarial y gubernamental.

Obtener financiamiento e inversiones
La búsqueda, trámite y obtención de financiamiento es fundamental en todas las etapas de un emprendimiento científico-tecnológico. Se trata, también, de una de las líneas de trabajo que puede presentar mayores escollos para quienes resultan ajenos a este campo.
Para facilitar el acceso a este tipo de oportunidades, la UNC cuenta con la Oficina de Financiamiento para Investigadores. Este espacio no solo instrumenta una línea de consultas permanente y personalizada, sino que desarrolló –junto con el Laboratorio de Innovación Pública y Social de la Municipalidad de Córdoba–, un catálogo mensual que resume las principales líneas de apoyo económico vigentes para emprendedores, pymes e investigadores.
Se trata de un instrumento técnico que aborda las alternativas de asistencia financiera y técnica, así como premios y concursos vigentes. Para cada una de esa variantes se resume un detalle de los potenciales beneficiarios, el destino al que se pueden destinar los fondos y toda la información de contacto con las entidades o instituciones que los ofrecen.
Si bien la Secretaría de Innovación y Vinculación Tecnológica no ofrece financiamiento directo, sí provee asesoramiento sobre las diversas fuentes disponibles, con un minucioso análisis de sus particularidades y exigencias.
Cabe señalar que el área está constantemente en búsqueda de nuevas vías de inversión. Y cuando un proyecto desea postularse en alguna de esas alternativas, recibe acompañamiento durante todo el proceso de aplicación a estos fondos.

Proteger la propiedad intelectual
Por la naturaleza de las innovaciones que surgen tras años de investigación, resulta crucial resguardar la propiedad intelectual, tanto de los desarrollos científicos o tecnológicos, como de los servicios o nuevos productos, diseños y procesos. La idea es proteger todos los conocimientos que tengan originalidad o sean inventivos, esto es, que aporten novedad en su campo de injerencia.
Este servicio que presta la Oficina de Propiedad Intelectual (OPI) tiene dos principales destinatarios: equipos de investigación interesados en emprender y quienes –aun sin intención de crear una EBC–, poseen ideas y desarrollos relevantes que pueden ser llevados al sector productivo.
En ambos casos, este espacio de la Secretaría de Innovación y Vinculación Tecnológica acompaña asesorando sobre los distintos instrumentos de protección disponibles, tales como patentes, licencias de tecnología, marcas y derechos de autor.
Para ello, el puntapié inicial es identificar los activos intangibles de cada proyecto. Eso conlleva un trabajo diagnóstico de los desarrollos a través de informes tecnológicos y análisis de patentabilidad y de originalidad.
A esa etapa le sigue el diseño de una estrategia de propiedad intelectual. Este punto requiere considerar tanto las metas del grupo de investigación, como el contexto en el que se desenvuelven.
Dentro de esta estrategia, lo que se busca es facilitar la inclusión de marcas y la distinción del emprendimiento. En ese sentido, la OPI brinda asistencia para generar los instrumentos jurídicos relacionados con la licencia de tecnología. En el grueso de los proyectos, eso implica ayudar a evaluar e identificar su valor para cuantificar costos, en ciertos casos, o realizar una licencia de tecnología, en otros.
Es esencial subrayar que el bien protegido no es la idea en sí misma, sino cómo ésta se materializa. Por ejemplo, no se protege la idea de enviar mensajes a través del teléfono, sino la forma específica en que se realiza esta acción. Por lo tanto, cada detalle cuenta en la estrategia de protección de la propiedad intelectual.
Una de las ventajas de contar con el respaldo de una universidad pública radica en el pleno control sobre sus tecnologías. Eso permite decidir quién y en qué condiciones puede utilizarlas.
Por otra parte, además de la protección legal, la relevancia del registro de propiedad intelectual radica en su potencial para atraer inversionistas y empresas interesadas en la tecnología. Es, asimismo, esencial para poder realizar una eficiente transferencia al sector socioproductivo.
Respecto a su ámbito de incumbencia, es importante destacar que la OPI trabaja para la comunidad vinculada a la UNC. Si bien está en condiciones de brindar asesoramiento y acompañamiento a quienes carecen de relación directa con la universidad, la gestión de sus activos tecnológicos queda fuera de su alcance.

Acelerar los emprendimientos
Para escalar en producción, cobertura y dimensiones, los emprendimientos egresados de la Incubadora de Empresas requieren acceso a financiamientos de envergadura. La Aceleradora UNC se encarga de asistir a las EBC frente a ese desafío.
Su asesoramiento está disponible para los emprendimientos de base científico-tecnológica que estén operando en Argentina, en un estadío temprano o intermedio, y que cuenten con productos o servicios validado técnicamente. Resulta indistinto si se encuentran facturando o no, o si recibieron capital previamente.
El único requisito excluyente es que al menos uno sus integrantes sea docente o investigador, egresada/o (con no más de 10 años de graduado), o alumna/o avanzado (con el 75 % de las materias aprobadas) de la UNC o de alguna otra universidad (de gestión pública o privada), u organismo de ciencia y tecnología de gestión pública del país.
En la fase de aceleración, el esquema de trabajo implica un acompañamiento en la adopción de decisiones clave, como definir la estructura de la empresa. También implica desarrollar un conjunto de habilidades para presentar la propuesta con la máxima claridad frente a potenciales inversores.
Para este último punto, la Aceleradora UNC proporciona asistencia en la adecuación de herramientas importantes, como el pitch deck.
El pitch deck sirve como carta de presentación de la EBC. Es un formulario resume quién es el emprendedor, qué hace su empresa, cuánto capital necesita y cómo planea utilizarlo. Con esta información se busca atraer a inversores dispuestos a financiar el proyectos, que pueden ser desde inversionistas ángeles, hasta fondos de capital de riesgo institucionales.
Con todo, existe una serie de requisitos indispensables para que un emprendimiento pueda avanzar hasta la etapa de aceleración. El primero es que sus creadores hayan comprendido los alcances de su propio proyecto. También es fundamental que el equipo esté formado y posea un plan de negocios claro. Idealmente, debería incluir a un CEO con experiencia en negocios y ventas, además de miembros técnicos.
En caso de que la participación en distintas rondas de inversión no diera los resultados esperados, la Aceleradora UNC delineará un plan de trabajo destinado a mejorar la idea, fortalecer la protección intelectual en caso de ser necesario, y hacer ajustes para tornar la propuesta más atractiva hacia los inversores.
Una vez que el emprendimiento haya logrado sus primeros inversores, la Aceleradora continuará trabajando con los investigadores. En este punto, les ayudará a negociar acuerdos y a establecer condiciones claras entre todas las partes involucradas, asegurando que la propiedad intelectual esté protegida y que se establezcan acuerdos justos y equitativos.

Una comunicación efectiva para visibilizar las startup
La implementación de una política de comunicación transversal a los distintos estadios por los que atraviesa todo proyecto emprendedor no sólo permite incrementar su visibilidad ante virtuales inversores, sino lograr reconocimiento en el mercado al que apunta a intervenir.
El área de comunicación de la Secretaría de Innovación y Vinculación Tecnológica interviene en este plano con el diseño de estrategias comunicacionales que hacen foco en la innovación, vinculación y transferencia de conocimientos.
Trabaja en la promoción de la innovación y el emprendedurismo científico mediante la creación de planes específicos a través de los cuales convoca a equipos de investigación a participar en programas de formación y emprendimiento.
Esa línea de trabajo se complementa con la divulgación científico-tecnológica a través de programas como UNC Innova, un concurso de ideas innovadoras que involucra a toda la comunidad universitaria.