La biblioteca personal de Deodoro Roca ahora es patrimonio de la UNC

Parte de la colección de libros de uno de los líderes más importantes de la Reforma Universitaria fue donada a la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC. Con la presencia de familiares de Roca y autoridades universitarias, ayer se realizó la ceremonia de entrega de más de 2 mil volúmenes. (28.06.2018)

Familiares de Deodoro Roca, uno de los nombres más emblemáticos de la Reforma Universitaria de 1918, donaron parte de su biblioteca personal a la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba.

Por su valor simbólico, se trata de una de las bibliotecas más importantes de Córdoba. Comprende alrededor de dos mil libros y más un conjunto de revistas sobre política, literatura y filosofía, que ahora quedan en la Biblioteca Elma K. de Estrabou de esa unidad académica, a resguardo de la UNC.

El miércoles 27 de junio se llevó a cabo la ceremonia de donación en la Sala de Lectura de la Biblioteca Elma K. de Estrabou, ubicada en Ciudad Universitaria. En la oportunidad estuvieron presentes: María Cristina Roca y Hernán Roca, familiares de Deodoro Roca; Juan Pablo Abratte, decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades; Diego Tatián, exdecano de esa unidad académica y mentor de la donación; Guillermo Vazquez, prosecretario de Relaciones Internacionales e Interinstitucionales de la Facultad de Filosofía y Humanidades; Francisca Mattoni, presidenta del Centro de Estudiantes, y Jacinta Gorriti,egresada e investigadora de la facultad.

Consultado sobre la importancia de la donación, el titular de Filosofía, Juan Pablo Abratte, destacó su significativo valor como patrimonio cultural para la Universidad, Córdoba y Latinoamérica, y como fuente de investigación para los estudiantes e investigadores que analizan la temática de la Reforma y la figura de Deodoro Roca.

Precisó también que el material bibliográfico incluye más de 2 mil libros y revistas que representan, aclaró, “parte de la biblioteca de Roca, no su biblioteca completa”, y señaló que ya cuentan con un inventario que estará disponible on line y también en papel. Posteriormente se efectuará el proceso de catalogación de la colección y de restauración de algunos libros dañados.    

Mencionó especialmente el trabajo realizado por el exdecano de esa unidad académica, Diego Tatián, en la obtención de la colección, y adelantó que la misma podrá ser consultada por la comunidad universitaria en la sala de lectura de la biblioteca.

Por su parte, María Cristina Roca, artista y nieta de Dedoro, lo definió como “un pensador, escritor, pintor y militante defensor de los derechos humanos”, al tiempo que rescató su “gran sentido del humor, su enorme coraje y su escritura mordaz”.

Reconoció que la donación “representa un desprendimiento enorme para la familia”,  pero que el lugar al que es entregado, la Biblioteca de Filosofía, “de algún modo es un espacio que preserva un estado de reflexión sobre el mundo”.

Por su parte, la vicedecana de la Facultad de Filosofía, Flavia Dezzutto, remarcó la “enorme importancia intelectual y política de la colección”, e indicó que la misma “plantea el desafío de los usos actuales de una biblioteca, y la fuerte apuesta de nuestra Facultad por la universidad pública, con un sentido emancipatorio, latinoamericanista  e inclusivo”.

Sobre la biblioteca de Deodoro Roca

El 23 de abril, en el Día Internacional del Libro, la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC recibió parte de la biblioteca personal de Deodoro Roca. La donación fue realizada por la familia de uno de los dos hijos de Deodoro, el abogado Marcelo Roca, y se suma a las colecciones de Saúl Taborda, Aníbal Arcondo, Iván Baigorria y Renata Donghi de Halperín, entre otras.

La nueva biblioteca permitirá establecer más precisamente la red intelectual en la que estaba inserto Deodoro. Entre las obras, se destacan títulos sobre arte, literatura y filosofía, como la Revista de Occidente que dirigía Ortega y Gasset. Parte de los libros y documentos personales  y de militancia de Deodoro se perdieron, tras ser incendiados durante la última dictadura militar.