Inauguraron el centro de interpretación científica "La Plaza Cielo y Tierra"

Luego de más de seis años de trabajo, finalmente  quedó inaugurado hoy el Centro de Interpretación Científica "La Plaza Cielo y Tierra". Es el primero de su tipo en el centro del país y es resultado del trabajo conjunto entre la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y el Gobierno de la provincia de Córdoba. Este nuevo ámbito brindará el marco ideal para un sinnúmero de actividades didácticas y científicas que proponen una manera ingeniosa de aprender.

Para eso, el Centro cuenta con un planetario, un microcine, un jardín de huellas de animales prehistóricos, un parque de rocas cordobesas y una torre de 16 metros de altura con una cúpula donde se podrán practicar observaciones astronómicas con un telescopio de 11 pulgadas. A eso se suman un conjunto de juegos de ingenio con sogas, esferas, anillos de metal, poleas y palancas.

En el acto formal de inauguración, el rector de la UNC, Hugo Juri, sintetizó: "Este emprendimiento, además de su arquitectura extraordinaria, introduce a los niños y a los jóvenes en el pensamiento científico. Tenemos la certeza que le abrirá la mente a muchos jóvenes a interesarse por la ciencia y la tecnología y eso representará una esperanza para el futuro de todos nosotros".

En esa línea, consideró que ciencia y tecnología constituyen, en Córdoba, uno de los nichos más importantes para el desarrollo nacional. Y bregó por el desarrollo de este tipo de iniciativas de manera conjunta con la Provincia, la Nación y la Municipalidad.

A su tiempo, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, felicitó a todos los que participaron en el proyecto y remarcó que el propósito de La Plaza Cielo y Tierra es interesar a los niños y jóvenes en el aprendizaje de la ciencia.

Sobre la ubicación del Centro de Interpretación Científica, apuntó: "Es una alegría que esté en este Parque de las Tejas, que une la Universidad Nacional de Córdoba y la Universidad Tecnológica Nacional con el resto de la ciudad capital de la provincia. Este edificio que hoy estamos inaugurando es, en definitiva, la síntesis de la potencialidad de nuestra Córdoba, la Docta, la de la curiosidad, la del espíritu crítico y de la investigación, que es lo que hace progresar a los pueblos".

Finalmente, Daniel Barraco, quien será el presidente de la Fundación a cargo de La Plaza Cielo y Tierra, agradeció a las colectividades, entidades y grupos de personas que realizaron donaciones para el proyecto. Reconoció que la llegada del futuro se acelera cada vez más. "La sociedad está cambiando a un ritmo nunca antes producido. Cada vez más difícil poder decidir cuáles van a ser los trabajos y ocupaciones de los pueblos. Esto no es en algunos decenios, sino ahí nomás, en los próximos años", destacó.

"En esta gran caja negra del futuro, lo único que queda claro es que la riqueza material y espiritual va a estar cada vez más atada al saber, al conocimiento, al arte, el diseño, a la ciencia, a la tecnología", indicó. Y completó: "Como sociedad tendremos futuro si democratizamos la creatividad, si democratizamos la ciencia, el conocimeinto y el arte. La estrategia que subyace a este proyecto de La Plaza Cielo y Tierra apunta en esta dirección: enseñar a pensar críticamente, mostrar que el conocimiento es fascinante y finalmente lograr que nuestro pueblo vuelva a ser uno de los más cultos de la tierra y por ende tenga garantizado algún futuro", concluyó.

El área principal de La Plaza de Cielo y Tierra es un edificio con formas geométricas y de estilo cubista. Internamente posee distintos subniveles con una peculiaridad: desde cualquier de ellos es posible ver el resto de los ambientes. Se trata de un efecto visual muy significativo, logrado mediante el uso de materiales traslúcidos en los pisos.

Su arquitectura externa representa dos dodecaedros –figuras de doce caras pentagonales– que emergen del interior del planeta. El dodecaedro es uno de los cinco tipos de poliedros regulares que conforman los llamados “sólidos platónicos”. Estos tuvieron un fuerte simbolismo en la historia de la ciencia y en particular de la astronomía.

A  diferencia de los museos, los centros de interpretación científica no albergan objetos patrimoniales. Más aun, en La Plaza de Cielo y Tierra se optó por evitar la exposición de aparatos tecnológicos interactivos y grandes pantallas con alta definición. “No queremos que la gente se distraiga”, explica Guillermo Goldes, quien se desempeñará como secretario Científico de La Placa Cielo y Tierra.

Para que puedan aprovechar al máximo las instalaciones, se prevé que el número de visitantes no exceda las 80 personas por día, entre contingentes escolares o de instituciones y público general.

La Plaza Cielo y Tierra estará abierta de miércoles a viernes, de 9.00 a 19.00 horas; y los sábados y domingos de 13.30 hasta las 19.00 horas. Para visitarla, los turnos deberán tramitarse previamente por internet.  En el salón, trabajarán 34 personas, entre guías y coordinadores.

Formalmente, el Centro de Interpretación Científica se constituirá bajo la figura de una Fundación, integrada por la UNC y el Estado provincial. Su presidente será Daniel Barraco, profesor, investigador y ex Decano de la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación (Famaf), de la Casa de Trejo.