El Laboratorio de Hemoderivados cumple 57 años de investigación, desarrollo e innovación con compromiso social

Además de ser el único productor de medicamentos derivados del plasma, este laboratorio farmacéutico público también elabora medicamentos inyectables de pequeño volumen y derivados de tejidos humanos.

En el marco de la pandemia continuó dando respuestas a las necesidades de salud de la población con la producción de Inmunoglobulina G Endovenosa, Albúmina Sérica Humana y Dexametasona, medicamentos utilizados de los esquemas terapéuticos destinados a los pacientes con COVID-19.

Asimismo, y en paralelo, continuó con su política de innovación y asumió el desafío de desarrollar una gammaglobulina -o concentrado de anticuerpos- enriquecida con anticuerpos anti Sars-Cov-2, destinada a pacientes con COVID-19.

Ya se han elaborado dos lotes de este medicamento que utiliza como materia prima el plasma de personas recuperadas de la enfermedad y la fase de estudios clínicos en pacientes se encuentra en etapa inicial.

Este logro coloca a Hemoderivados entre los primeros laboratorios farmacéuticos del mundo en ofrecer este producto.

El origen

El Laboratorio de Hemoderivados de la UNC nació en 1964 con la misión de facilitar el acceso a medicamentos complejos a la población. Este propósito aún se sostiene a cinco décadas de su creación

El 21 de mayo de 1964 el presidente Arturo Illia firmó el decreto por el cual destinó parte de sus fondos reservados a la construcción de la primera planta fraccionadora de plasma del país en el marco de la Universidad Nacional de Córdoba. 

Aquella primera planta fraccionadora de plasma se transformaría, con el paso de los años, en un complejo industrial farmacéutico público y universitario que innova y diversifica su producción para dar respuesta a las necesidades que presenta el sistema sanitario argentino.