Contaminación atmosférica en Córdoba: el aire es aceptable, pero no todo el tiempo ni en todas las zonas
Contaminación atmosférica en Córdoba: el aire es aceptable, pero no todo el tiempo ni en todas las zonas
Hace 10 años que un equipo de la UNC monitorea la ciudad y la provincia. Si bien la calidad del aire es aceptable, no es homogénea: hay áreas, días y épocas del año con eventos particulares de contaminación. Resultados de las últimas mediciones y lo que aportan las observaciones satelitales del Instituto Gulich. (24.08.2023)
¿Cuánto influye la calidad del aire en nuestra salud? Se sabe que es muy importante. Pero lo que no tenemos claro es el nivel de contaminantes microscópicos que contiene el aire de nuestras ciudades, sobre todo en las más densamente pobladas, que son las de mayor cantidad de fuentes de emisión.
Según el informe 2018 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 9 de cada 10 personas en el mundo respiran aire con altos niveles de contaminantes, lo que implica que millones de seres humanos mueren por causas vinculadas a esto.
En la UNC, hace más de 10 años que un grupo de científicos y científicas se dedican a monitorear el aire en la ciudad y de la provincia de Córdoba en el Laboratorio de Investigación en Contaminantes Atmosféricos (LaICA) de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Hebe Carreras, directora del Laboratorio, cuenta a UNCiencia que la capital cordobesa tiene un nivel de calidad de aire aceptable, considerando los promedios diarios y la exposición a lo largo del tiempo.
En cambio, si se hace foco en ciertos momentos, épocas y lugares, el diagnóstico cambia.
“La calidad del aire en toda la ciudad de Córdoba no es homogénea -explica la científica. Hay zonas en donde es buena y en otras no, por ejemplo donde se combinan fuentes de emisión industriales con vehiculares. Sin embargo es frecuente que en la ciudad se produzcan eventos de contaminación en algunos días en particular, generalmente durante el invierno. Esto es por la baja temperatura ambiente que, sumada a la situación geográfica de la capital -que se encuentra en un pozo- dificulta la dispersión de contaminantes y aumenta sus niveles, superando lo que se considera saludable”.
Las mediciones se realizan con sensores capaces de determinar el material particulado en suspensión (PM), el cual puede tener distintos tamaños (grande, fino y ultrafino).
Leer el artículo completo en el portal de UNCiencia.