Resumen del Café Científico, Energías renovables ¿dónde estamos, hacia dónde vamos?

Una planificación energética que apunte a la sustentabilidad  es crucial  para el planeta con un población que promete  superar los 9 mil millones de personas en el año 2050, afirmó Rodríguez,  considerando que el 70 por ciento de esa población migrará del campo a la ciudad,  haciendo más complejos los sistemas de transporte, de producción y de consumo y, por ende,  las demandas energéticas.

Es importante preguntarse- continuó el investigador de la UNC-  cómo imaginamos el futuro en materia energética y en particular en Córdoba, una ciudad que hoy  con una población de 1 millón y medio de habitantes ha colapsado en su sistema de transporte, entre  otras serias dificultades que complican la gestión de la ciudad. Mirar al futuro  supone indudablemente tomar medidas que apunten a armonizar diferentes aspectos del desenvolvimiento urbano.  

Para esto es indispensable alimentar una visión que contribuya a  la sustentabilidad  desarrollando estrategias  que integren de manera sistémica la planificación y  gestión de” ciudades inteligentes”   integradas por subsistemas que no operen de manera fragmentada y sean capaces de relacionar el procesamiento de la basura, al transporte, la producción, los servicios, etc. Debemos tener una mirada holística que abarque todos los aspectos desde la generación de energía, los servicios y el consumo. Obviamente, los avances tecnológicos pueden dinamizar este proceso que apunta al desarrollo sostenible.

Rodríguez reflexionó  también  sobre el papel de la educación sostenido por Unesco como medio indispensable para alcanzar el desarrollo sustentable  dirigido a lograr la calidad de vida de la población.   Esto implica necesariamente un escenario que posibilite la seguridad, la  eficiencia económica y la equidad social, lo cual supone, “garantizar la disponibilidad del agua, su  ordenación sostenible y  el saneamiento de la misma para todo, y el acceso a la energía segura y asequible para todos”.

No obstante, como cualquier actividad humana, la energía  impacta sobre el ambiente.

Rodríguez, basándose en el  Plan Argentino Innovador  2020 y en las recomendaciones en torno al  Uso Racional de Energía (URE), analiza aspectos que favorecen la reducción de los consumos energéticos,  la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la sustitución de combustible  de origen  fósil por otros  renovables, la sustitución de  combustibles importados que generan dependencia  externa  por otros locales menos contaminantes , como también el fomento de  la competitividad empresarial y el apoyo a los intereses de los consumidores.